Molino El Bolao

Toñanes, Cantabria.

Impresionante localización donde podrás disfrutar de las ruinas de un viejo molino hidráulico que recogía las aguas de un arroyo, donde se molía trigo y maíz.

Y lo más espectacular, la cascada que genera el arroyo y tiene salida directamente al mar a través de los acantilados.

Iso  400 , f/4.5, 25sg.

Hablando con Josemi para salir una noche me comenta que hay también otro madrileño, que veranea por Cantabria y que le ha llamado para salir. Nuestro amigo Fusky. 

Durante las cervecitas previas para entrar en calor y hablando de esa localización, nos dice Fusky que no conoce ese sitio, así que decidimos llevarle allí. Es un sitio que debes visitar si o sí. Tanto de día, como de noche. Y si incluyes el atardecer... ¡¡pleno!!

Nos acercamos con los coches hasta el apartamiento que hay a escasos metros del molino y allí nos preparamos. Para llegar a la cascada hay que bajar un pequeño terraplén y luego para llegar a esta zona donde el encuadre es precioso, hay pasar sobre una hilera de piedras que cruzan una pequeña balsa, con el peligro de resbalar y meter los pies en el agua.

Pasando siempre unos días de vacaciones por Cantabria, es casi obligatorio hacerse con unas botas de agua para este tipo de sitios, para meterte en el agua o para hacer playas sin miedo a acabar con los pies calados.

Así que fue grandioso ver la cara que se le quedó a Fusky cuando Josemi y yo nos empezamos a calzar las katiuskas. "¿Pero a donde me lleváis?"

Pero luego le vino bien, ya que por no tenerlas me tocó posar a mí para esta foto y cruzar unas cuantas veces el arroyo.

Iso  400 , f/4.5, 25sg.

Después de unas tomas y algunos encuadres por los alrededores seguimos la noche marchando a otra localización.

Tiene tela que viviendo ambos en Madrid llevemos años sin salir de fotos juntos y hayamos coincidido allí, en la Tierruca.