La amenaza

Un libro de Abrasha Rotenberg.

No, no he cambiado la temática del blog para tirar por la literatura, aunque siempre ha existido una estrecha relación entre ambas disciplinas. No hay más que ver la cantidad de libros que contienen fotos en sus portadas.

Y por ahí van los tiros en esta entrada.

Todo empieza, como tantas historias en nuestra vida, charlando y tomando cervezas con amigos en un bar. Mi amiga Albahaca Martín, que hace tiempo se sumergió en el mundo de las editoriales creando y coordinando el GRUPO TIERRA TRIVIUM, nos hablaba de cómo va la empresa y los proyectos que poco a poco les van saliendo. En un momento de la conversación me comenta que sigue y ve las fotos que voy colgando en la red y que la gustan. "Alguna podría ser portada de un libro" me dice y que les cuesta a veces encontrar fotos para sus portadas.

No dudo en ofrecerla alguna de mis fotos, por si la cuadra para alguna obra. Y ahí se queda la cosa.

A los pocos días me cuenta que tiene un proyecto importante (un libro con salida en España y Argentina) y que una foto de las mías encajaría muy bien para la portada.

Y he aquí el resultado... Libro ya a la venta, una foto mía en la portada y ejemplar dedicado en mi casa (muchas gracias Abrasha).

Del libro, en fase de lectura aún, poco más os puedo decir. De momento, que me ha enganchado. Ah, y que lo tenéis a la venta en librerías y en la propia web de la editorial (https://grupotierratrivium.com/producto/la-amenaza-abrasha-rotenberg).

Agradezco y mucho a Albahaca, por contar conmigo, por su confianza en mis fotos y por alimentar un poquito mi ego, jejeje...

Sobre la fotografia.

Sobre la fotografía, lo más importante, comentar que está hecha en equipo con los "Cantabros Nocturnos", Josemi, Victor y Diana. (pinchad sobre sus nombres para ver sus trabajos).

Iso 800, f/5,6 y 20 sg.

Se trata de un contraluz en el pinar de Liencres, en Cantabria. Relativamente fácil de conseguir si tienes una linterna con la suficiente potencia. En este caso usamos una de la marca Nitecore, concretamente la TM26GT, con la que Víctor que estaba detrás de mi, hizo barridos para iluminar suelo y árboles.
El cielo, con la bruma típica de la costa cantábrica, tiene ese color naranja tan acentuado debido a la temperatura de color seleccionada en la cámara (5560K) y a la contaminación lumínica de los pueblos de alrededor.
Josemi y Diana estaban a los mandos de todas las cámaras e indicando la posición exacta de Víctor para que la luz no incidiera directamente sobre el objetivo.